La Provincia del Guavio, con un austriaco en Gachalá.
Un viaje inolvidable.
Los mejores
lugares que he visitado no siempre han
tenido las mejores vías. Han sido rincones escondidos, premiados por una
exuberante naturaleza, pero castigados
por el olvido oficial particularmente en cuanto al rubro de inversión en
vías. Tal es el caso de una pequeña
población llamada Gachalá, a orillas de la gigantesca Represa del Guavio. , a ciento cuarenta kilómetros, que se
recorren en cuatro horas desde Bogotá, por una de aquellas deterioradas
carreteras del país.
Diana y Erich, en Gachalá,
El Viaje
Hacia las seis
de la mañana tomamos la vía que de Bogotá conduce a Sopó, desde donde giramos
hacia Guasca, bella población, cuna de Mariano Ospina Rodríguez, que posee una de las más bellas plazas
principales. El edificio de la Alcaldía es una preciosa edificación. Desayunamos en una panadería y cafetería, que no dudamos
en recomendar: La Especial. Elaboran
unos panes y amasijos absolutamente deliciosos; un exquisito caldo de costilla;
buen café. Todos los productos son de primera calidad complementado con una
excelente atención al viajero.
Con el
refrescante descanso, emprendimos de nuevo el recorrido, iniciando una empinada
escalada hasta el páramo de Guasca, para luego descender pasando
por Sueva, el municipio de Gama, más
adelante la población de Gachetá, que es la capital de la provincia del Guavio.
Continúa el descenso ahora por
carretera destapada, con muchas curvas,
pero un paisaje imponente con elevadas montañas para llegar al Alto de San Roque desde donde se puede
apreciar la inmensidad de la Represa del Guavio. Parada obligada para toma de
fotos. Luego se llega al Puente de
Miraflores, a una altura de casi noventa metros sobre aguas de la represa. Este
puente es utilizado por los amantes de los deportes extremos como el llamado Bungee
Jumping
Posteriormente, ingresamos a un túnel de más de un kilómetro de longitud
(1.200 metros), totalmente oscuro, sobre terreno escarpado. El impacto del sol
radiante versus la oscuridad total del túnel, es un contraste emocionante para
todos los viajeros.
Ingresamos a sus calles limpias,
cuidadas con esmero. Sus pobladores nos recibieron con una sonrisa , algo sorprendente porque nos hicieron sentir
como en familia. Gachalá es un municipio pequeño, cuenta con cerca de ocho mil habitantes. Posee un clima
delicioso de veinte grados .
Fuimos
atendidos por Fernando Tobón y por su señora
Myriam Garzón. El hospedaje fue otra grata sorpresa, pues Fernando nos
condujo hasta un hermoso conjunto de cabañas, piscina, mirador hacia la
represa, con jardines y bosques. Nos fue presentado su administrador, el
señor Alfredo Murcia, quien desde un
comienzo puso todo su empeño para que nuestra estadía fuera más placentera.
Paseo en lancha por
la Represa.
En horas de la
tarde descendimos hacia el muelle para tomar una lancha que nos llevó a un
recorrido por toda la Represa, acompañados de personas de la región, que
utilizan este medio de transporte en forma gratuita para trasladarse desde sus
viviendas hasta las poblaciones cercanas. Entiendo que la Corporación del
Guavio suministra a los pobladores de esta región el servicio de transporte en
lancha y en planchón, posibilitando el
traslado de ganado y de carga.
Caminata
ecológica hasta la Granja.
Después de un suculento desayuno, con café
campesino, panes de la región, huevos
pericos, queso, y las deliciosas arepas típicas, Fernando nos organizó una
digestiva caminata por hermosos senderos hasta lo que fuera una hermosa granja
ecológica, con lago, galpones para diversas clases de animales. Encontramos dos
ardillas retozando en un árbol. Paisajes maravillosos. Queda pendiente para un
nuevo viaje la visita a las cascadas de Montecristo, que nos cuentan son
absolutamente espectaculares.
Almuerzo típico en el Guácharo.
Un verdadero
sancocho de gallina campesina, cuidadosamente, preparado en horno de leña. Con
ingredientes de la región, incluida la guatila, buen picante, guacamole, arroz
y gigantescas porciones. Además con la invitación del propietario del lugar,
quien hace las veces de recepcionista ,cocinero, mesero, cajero, etc. a que se repitiera cuantas veces se quisiera,
a lo que nuestro amigo austriaco se acogió, pero “solo del caldo”. La vista al
lugar es privilegiada, su construcción bastante rústica, todo en madera. Disfrutamos
de la música lugareña como joropo, música llanera. Nuestros amigos estaban felices. Erich en su limitado español
solo exclamaba “Excelente!”.
El museo.
Fuimos conducidos
a la Casa de la Cultura de Gachalá, su biblioteca y su pequeño museo con muestras de las guacas y algunas artesanías
de la época de los primeros habitantes de Guachalá. Para sorpresa nuestra,
estos utensilios que deben tener algún valor histórico, se encuentran sin
ningún cuidado, a la mano de sus visitantes que no siempre son respetuosos de
protegerlos.
Por la visita
al Museo nos enteramos que el 28 de julio de 1983 se presentó una dolorosa
tragedia que sufrió la región cuando debido a un derrumbe fallecieron ciento
ochenta trabajadores, la gran mayoría nativos de la región. Cuánto dolor debió
quedar en tantas familias de Gachalá!!!
Esta población
ya había pasado por un tremendo susto, cuando un terremoto destrozó varias
viviendas. La Iglesia de la Inmaculada Concepción soportó grandes daños, perdió
su techo pero se conservó en pie y se salvó su altar. Este sismo se produjo en
diciembre 22 de 1923, obligando a sus habitantes a acampar en el parque
principal, por temor a las réplicas.
Nuestra visita
se realizó durante los días martes 4 y
miércoles 5 de diciembre de 2012. Elegimos hacerlo en días laborales de semana,
para poder observar la vida normal de este bello municipio cundinamarqués. Nos
llevamos una excelente impresión de las bellezas naturales, de sus lindos
paisajes, y de cada uno de sus habitantes.
Insistimos en
que es urgente que la Provincia del Guavio cuente con carreteras acordes con su
importancia económica y su potencial turístico.
El grupo de
visitantes estuvo conformado por Leonardo Rojas y su esposa Diana Tobón, Erich
Wolwendth de origen austriaco, y su esposa Martha Tobón,
colombiana de nacimiento, quien vive en Austria desde hace más de treinta años ,
y Emilio Chaparro G.
Colaboración
fotográfica de Leonardo Rojas.
Gracias a
Fernando y a Myriam por todas sus atenciones. Hasta pronto Gachalá!!!!!
excelente narracion,clara, especifica, facil de digerir. ensalzada por su interlocutor en un blog que hace de un viaje tan sencillo toda una aventura epica, engrandeciendo una poblacion tan bella pero lamentablemente olvidada por sus gobernadores.
ResponderEliminargracias emilio
att. leonardo rojas
Excelente, desordenadamente como lo menciona, el estado nos tiene olvida a la provincia del Guavio, con sus carreteras.
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