El derrumbe del Progreso
En el camino del "desarrollo urbano", Pasadena, un pequeño barrio residencial de Bogotá, ha visto desaparecer su amplias casas para cederle paso a nuevos edificios, que inicialmente eran destinados a apartamentos, pero que hoy ya se está permitiendo para edificios de oficinas y de consultorios médicos, cambiando la naturaleza del barrio anteriormente exclusivamente residencial.
Algunos constructores son relativamente serios en su proceso de construcción, otros motivados solo por un apetito voraz en obtener utilidades, sin importar ni la estética, ni la seguridad en su proceso de construcción, sin consideración alguna realizan profundas excavaciones que les permitan utilizar varios pisos de sótanos como parqueaderos.
Curiosamente esta actividad se presenta como uno de los rubros indicativos de "crecimiento y desarrollo".
Pues bien, hace un par de días, nuestro barrio se estremeció ante el desplome de tres casas, generado en la excavación de un lote aledaño para construir un edificio de consultorios médicos.
Una de las casas que se desplomaron estaba habilitada como hogar geriátrico.Estos ancianos y los demás residentes se vieron obligados a buscar refugio temporal en casa de vecinos solidarios.
Los constructores en acto de "responsabilidad social" están colaborando para terminar de tumbar lo que queda de las casas.
Lo que sigue es el interminable proceso judicial para tratar de obtener alguna indeminización de los irresponsables constructores, que obvio cuentan con todos los permisos oficiales.
Mientras tanto, este es el nuevo escenario que presenciaremos los habitantes de mi barrio en Bogotá.
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